El universo de las emociones es inmenso y enigmático, lo que hace que muchas veces parezca imposible de entender. Sobre todo en la infancia, cuando recién comenzamos a regularnos en la compañía del esperable vínculo protector de un adulto. Ciertamente no es fácil descifrarnos, porque cada persona tiene un mundo íntimo de relatos sobre sí mismos particulares, pero el baúl de las emociones es un comienzo apasionante.
En estas historias, hay niños y niñas reflexionando sobre sus sentimientos y los de los demás; siendo testigos de cómo su corazón y sus acciones se reflejan en el cuerpo y su entorno cercano. Ellos resuelven sus miedos, sus tristezas y sus nostalgias recurriendo a sus propias herramientas y nos muestran un camino diferente.
En «Arturo y el aburrimiento», por ejemplo, el protagonista comprende que puede espantar el tedio aliándose con la creatividad y convirtiéndola en su gran amiga. En «El barrio de colores» se explica que hay diferentes modos de sentir y expresar la pena. En «Los anteojos de papá», los lentes sirven para ver desde otra perspectiva y reflexionar sobre la empatía. Mientras que en «Hacia el cielo», se muestra la transmutación que ocurre en una niña, cuando cambia su disposición para moverse por el mundo dándole valor al poder de la actitud.
Acompáñanos a descubrir estas cinco vidas valientes y atrévete a revolver en tu propio Baúl de las emociones.
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