Crueles instintos

A Dixon Russo nadie le dice que no. Apodado el Diablo, un mafioso en el bajo mundo y un empresario exitoso ante el ojo público, considerado un demonio destructivo y ambicioso, determinado siempre a conseguir lo que quiere y obtenerlo a cualquier costo. Caracterizado por no tener escrúpulos, esconde su dolor a través de sus crueles instintos. Holly Bridger ha sido la única capaz de contener las llamas del infierno en las que vive día a día al ser la mano derecha del Diablo. Determinada, poderosa y madura, no cede a los encantos destructivos de su jefe. Con un pasado que la persigue y la acecha, se oculta bajo ropa anticuada y holgada, siendo blanco de burlas para Dixon, quien poco a poco descubre lo que aquella cosita fea provoca en él. Sin buscarlo, el Diablo queda deslumbrado por la luz que el hada posee, dispuesto a incendiar el mundo para mantenerla a salvo.